Una de las claves del éxito de un proyecto es proporcionar una buena documentación. En los proyectos open source cada vez se da más importancia a tener documentación de calidad y completamente actualizada.
En el pasado -aunque tristemente, sigue siendo una práctica muy habitual- la documentación se dejaba como una tarea a realizar una vez el proyecto estuviera prácticamente completado, antes de la entrega al cliente. El problema de esta aproximación es que los proyectos suelen encontrar problemas que hace que las fechas previstas inicialmente no se cumplan, o que se cumplan artificialmente entregando sin haber completado tareas como por ejemplo, la documentación.
Con la introducción de las metodologías ágiles, en cada tarea que se crea en el backlog se incluye la documentación como parte del criterio de aceptación, explícita o implícitamente.
En vez de generar un documento enorme, se suele optar por formatos ligeros como markdown, como paso previo a generar una versión web para el usuario final. Gracias a herramientas como pandoc, también es fácil generar documentación final en prácticamente cualquier otro formato que se requiera, como los habituales Microsoft Word o PDF.
De esta forma, el equipo de desarrollo trabaja en paralelo en la creación de nuevas funcionalidades a la vez que las documenta.