Durante estos pasados días de vacaciones por Navidad han confluido varias casualidades que me han hecho probar, por primera vez, Neovim.
Neovim es un refactor de Vim, en el que se han dejado las partes que más le gustan a la comunidad y se han añadido capacidades que lo convierten en un editor moderno, como la extensibilidad a través de plugins.
Soy un gran fan de la tendencia a aprender a exprimir las herramientas que usas. En cuando a editar texto, Vim siempre ha tenido ese aura de “herramienta avanzada”, de concentrar la esencia de Linux de hacer una cosa y hacerla extremadamente bien… El problema es que, parodiando la mítica frase, con un gran poder, llega una empinada curva de aprendizaje…
En el pasado he intentado varias veces mejorar en mis conocimientos de Vim… Pero siempre acabo dejándolo porque todo resulta artificioso. El uso de las teclas hjkl
proviene de un tiempo en que los teclados no tenían teclas de cursores. Pero aunque mayor, no soy tan viejo. Lo mismo sucede con muchas otras teclas: algunas tienen sentido (si piensas en inglés), pero otras son absolutamente marcianas y poco coherentes. Por ejemplo, el hecho de que para copiar tengas que pensar en yank, cuando tengo grabadas a fuego las combinaciones Crtl+c, Crtl+v (o su equivalente en Mac, a las que ya me costó acostumbrarme y a las que me sigo refiriendo como Ctrl, aunque se use la tecla Cmd)… No sólo es necesario pensar en inglés; además, el layout del teclado también contribuye a empinar todavía un poquito más esa curva de aprendizaje…
Finalmente, no considero que escribir más rápido te convierta en una persona más productiva, o en mejor programador, o lo que sea.. Creo que la diferencia está en la profundidad del análisis que se realiza de una situación. Llegar a una solución simple no es sencillo, por lo que la mayor parte del esfuerzo se realiza antes de empezar a escribir código. Una vez tienes el diseño, el resto es -relativamente- fácil (o se puede encontrar en Google). Y la diferencia entre escribir, moverse por el código más o menos rápido no creo que resulte significativa en cuanto a la calidad del producto final. Ni, tampoco, en la cantidad de tiempo de desarrollo. Al final, depende del grado de familiaridad con el editor (y sus combinaciones de teclas, etc).
Pese a todo, seguía sintiendo ese canto de sirena de Vim (o su encarnación moderna, Neovim), ya no tanto por el argumento de la productividad sino más bien por el de la velocidad.
Porque sí que es cierto que, con el Mac del trabajo, abrir VSCode y hacer cosas -incluso cuando uso un devcontainer- es muy rápido. Pero no puedo decir lo mismo cuando hago lo mismo en mi MacBook Air del 2013 (sin devcontainers) o en un portátil todavía más antiguo, con Linux, y en el que me gusta picar código de vez en cuando.
Como varios de los YouTubers que sigo por temas relacionados con Go usan NeoVim, estos días he notado que me fijaba, con cierta envidia, en lo rápido que se abre NeoVim, en lo rápido que se mueven entre ficheros, etc…
Cosas del algoritmo de YouTube, han aparecido entre mis vídeos recomendados algunos sobre “cómo configurar NeoVim”… Supongo que el “culpable” fue Neovim configuration for Golang Development (2023).
En cualquier caso, he aprovechado estos días de descanso para seguir el tutorial del canal typecraft: Neovim for Newbs. FREE NEOVIM COURSE.
Del curso, debo decir que pese a lo histriónico que puede ser el prensentador/YouTuber en algunos momentos, empieza con una configuración desde cero y va avanzando paso a paso, explicando de manera lógica el porqué se necesita -y para qué- cada uno de los plugins que va instalando. Empieza con una configuración monolítica, en un único archivo, hasta llegar al punto en el que instala un explorador de ficheros y entonces, cuando es posible cambiar entre ficheros desde NeoVim, crea un fichero de configuración específico para cada módulo instalado.
Todo iba más o menos bien hasta llegar al momento de tener que instalar el lsp, el servidor de lenguajes. Tras instalar a modo de ejemplo el de Lua (el lenguaje usado por NeoVim), decidí apartarme del tutorial oficial para instalar el lsp para Go (gopls) en vez de el de Javascript, que es el que él instala en el vídeo.
En resumen, gopls no se instalaba; el plugin que tenía que hacer la instalación (Mason
, o mason-lspconfig
) daba un error… Unas búsquedas en Google después encontraba el motivo: en el devcontainer donde estaba configurando NeoVim (para no guarrear el equipo) no estaba instalado Go.
Así que instalé Go y volví a intentarlo. Esta vez, sí que funcionó y creé un fichero hello world. El lsp funcionaba correctamente, indicándome que fmt
era desconocido. Busqué cómo hacer que NeoVim añadiera automáticamente el import "fmt"
y no fui capaz de encontrarlo. Buscando de nuevo en internet, resultó que es necesario instalar goimports
, lo que supongo que tiene sentido… Pero al añadirlo a la lista de ensure_installed
de Mason, se quejaba de que goimports
no es un lsp.
Hoy he vuelto al trabajo y he usado VSCode; de pronto he sido consiciente de que para guardar cambios, sólo tenía que pulsar la familiar combinación Cmd+s, en vez de ESC, :w
. Al guardar, el código se formatea automáticamente, sin necesidad de pulsar ggVG, =
.
Ésto me ha hecho pensar en cómo, editando Go en VSCode, se autoimportan los paquetes necesarios… Instalas la extensión de Go (que instala gopls) y desde VSCode se pueden instalar las herramientas auxiliares.
Después de dedicar horas a ver los diferentes vídeos de la playlist, de ir documentando el porqué se requiere éste o aquel módulo, probar las diferentes configuraciones, implementarlas, al crear un simple programa del tipo hello world
, NeoVim no importa los paquetes necesarios. Tampoco formatea el código automáticamente (aunque puedo hacerlo manualmente) ni muestra documentación de los símbolos (al menos en Go; sí que funcionaba para Lua)…
Sí, NeoVim sigue siendo más rápido que VSCode. Pero aprovechando la funcionalidad que ofrece la command palette y las combinaciones de teclas, mi sensación es que puedo hacer lo mismo que me gustaría conseguir en NeoVim sin tener que cambiar de editor, sin tener que instalar mil plugins… Y sí, seguro que VSCode tarda más de los 40 o 50ms que por lo visto, tarda en abrir NeoVim con 50 plugins… Pero probablmente, también es cierto que mi cerebro tarda más que 50ms en recordar que tengo que pulsar yy
para copiar la línea, en vez de Ctrl+c (sí, VSCode copia la línea completa sin tener que seleccionarla antes).
Usar NeoVim ha sido interesante; he practicado y he aprendido algunas cosas nuevas, como el uso de tabs, abrir un fichero en un split panel, cambiar el foco de un panel a otro, etc.
No digo que no vuelva a darle una oportunidad en el futuro a NeoVim pero por ahora, me siento más cómodo con VSCode.
P.S: He colocado el icono de VSCode y no el de NeoVim para la entrada como metáfora de la experiencia NeoVim: ya tenía el icono de VSCode, mientras que el NeoVim tenía que buscarlo, descargarlo y añadirlo al blog para acabar consiguiendo lo mismo ;)